TIEMPO DE VIVIR, TIEMPO DE MORIR

Tu prisionera fui, sin saberlo, desde que nací.
Incapaz de liberarme,
Envuelta en tu carne,
Me dejé arrastrar.
Pasé sin pena ni gloria,
Olvidada de todos

De la vida a la muerte
En un instante.

Viví sin la alegría de la suerte,
Imaginando el futuro, sin saber que
Vivía el destino que tú
Inventaras para mí.
Ridículo destino!

Tomé la vida en vano, dejando todo
Inacabado.
Entre mi orgullo, mi incomprensión y
Mi poca fe
Pasé, sin pena ni gloria,
Olvidada de todos,

De la cuna a la sepultura
En un instante.

Muéstrame ahora el único camino de los mortales
Oh tiempo!
Rompe ya mis duras cadenas que
Invaden mi alma y…
Reza por mí.

De mi poemario Creando Trazos

Texto e ilustración de María Míguez